Una investigación estadounidense ha encontrado tasas más bajas de ataque cardíaco e ictus en aquellas áreas en las que se han implementado políticas para reducir las grasas trans en los alimentos y la comida de restaurantes.
Los investigadores compararon datos de 2002 a 2013 de los condados de Nueva York, con y sin restricciones sobre las grasas trans, y hallaron un descenso del 6,2% en las hospitalizaciones por ataque cardíaco e ictus en los condados que entre 2007 y 2011 habían establecido restricciones de dichos ácidos grasos.
Los hallazgos del estudio sugieren que la medida de la Food and Drug Administration (FDA) de restringir las grasas trans en todos los alimentos tendrá beneficios generalizados. Sin embargo, las directrices actuales de etiquetado de la FDA permiten que hasta 0,49 g de grasa trans por porción se etiqueten como ‘0 gramos’, dejando a los consumidores la necesidad de revisar las etiquetas para ver si hay grasas trans ocultas, que usualmente se mencionan como aceites parcialmente hidrogenados.
Fuente: [JAMA Cardiol 2017; Apr 12. [Epub ahead of print]]Brandt EJ, Myerson R, Perraillon MC, Polonsky TS
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